185 niños dependientes de instituciones del SENAME murieron entre 2005 y 2016. Pero no digamos que fracasó el SENAME o que fracasaron «los políticos». A nadie sorprende que el estado fracase una vez más. El fracaso es nuestro. Somos miles de estudiantes universitarios los que hemos olvidado la realidad social. Miles que no dejamos de mirarnos el ombligo exigiendo egocentricamente gratuidad total para financiar la educación universitaria de nosotros mismos, miembros de una elite privilegiada que tuvo la suerte y oportunidad de llegar a la universidad. El fracaso es de un movimiento estudiantil que ha convertido en consigna el olvidar a los demás. Es tiempo de dejar de culpar al resto y hacernos cargo. Es tiempo de despertar a la Sociedad.

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